Uno de las mas extrañas historias que ha ocurrido en Nicolás Romero, se dice que ocurrió en la carretera de "Cansa caballos"
Un taxista que hiba a su casa, viajaba solo ya que su
ayudante, su hijo no había lo había acompañado eran aproximadamente las 2 de la
madrugada, cuando de pronto.., una bella chica se encontraba parada a la orilla
de la carretera, esta llevaba un minivestido blanco escotado y el cual dejaba
ver sus hermosas y torneadas piernas, la mujer al parecer había extraviado sus
zapatillas ya que se encontraba descalza.
Ella le hizo la seña al taxista de que necesitaba un
aventon, el no lo pensó dos veces y se orillo para subir a la señorita, ¿la
puedo ayudar en algo? le pregunto el taxista, la mujer con una voz dulce,
coqueta y una mirada sensual le contesto: ¡si caballero, me puedo subir con
usted!, el hombre contesto: ¡claro, súbase señorita! la mujer subió al tráiler
y el emocionado no dejaba de mirarla y de observar sus tornedas piernas y la
mujer lo miraba de reojo y empezó acariciarse las piernas como tentándolo a que
se animara a algo más.
Fue cuando el taxista con tanta emoción: dijo señorita
debo decir que usted es muy hermosa y tiene unas piernas bellísimas, la mujer
le regalo una sonrisa coqueta y tomo la mano del trailero y la llevo hasta su
pierna y dijo:
¡tocalas para que sientas lo bellas que estan!
El trailero no lo podía creer y comenzó a acariciar las
piernas de la mujer, y este cada vez más inclinaba su mano hacia la entrepierna
de ella, hasta el momento en que su mano se metió debajo de su vestido y
observo la cara de la mujer para ver si no se habia molestado, cual fue su
sorpresa de que ella tenia una cara de placer. El taxista confiado, comenzo a
manosear con confianza a la mujer, pero inmediatamente noto algo extraño, esta
estaba excesivamente peluda de su entrepierna con un pelo muy rizado, grueso y
aspero como si estuviera acariciando el pelambre de un perro, pero en medio de
la calentura al taxista no le importó y siguió con su trabajo, la mujer comenzó
a gemir y paso de gemidos normales a un extraño y estruendoso
¡meee eee eee!,
El hombre volteo
un poco desorientado y le pregunto a la mujer que si se encontraba bien, ella
le respondió que si, que por favor siguiera tocándola El hombre obedecio y la
mujer siguió gimiendo y gimiendo, cuando de repente noto que ella golpeaba
fuertemente con sus pies el suelo del carro, lo extraño es que se oía como si
estuviera golpeando con unos tacones de madera pero la mujer se encontraba
descalza, el hombre observo cuidadosamente las piernas de esta para ver de qué
se trataba y observo que debajo de sus rodillas, sus piernas se habían cubierto
de un pelo blanco y rizado y sus pies se habían transformado en pezuñas las
cuales pateaban fuertemente el suelo y el tablero del camión, el asustado
volteo a ver la cara de la mujer y esta se había transformado en una especie de
mitad cara humana y mitad cabra, una cara alargada y deformada, la mujer
babeaba y tenía los ojos desorbitados como si se tratara de un animal en celo.
El taxista asustado salió gritando del carro y empezó a
correr por la carretera y lo único que podía escuchar detrás de su espalda era
el constante ¡meee ee! ¡meee ee! que producía la extraña mujer y el galope de
las pezuñas de esta persiguiéndolo, el taxista por miedo se reusaba a voltear,
y esconderse entre la oscuridad del monte, llegó hasta una casita de por aquí y
un viejillo le Dijo que todos los años en época de verano se aparece la mujer
cabra por las madrugadas, con el fin de aparearse y escoge a sus víctimas en la
carretera, coqueteándole a los automovilistas que cruzan por ahí, y que todos
en el pueblo saben de ella y la asocian con un ser diabólico, una clase de
humano desconocido.
Y desde ese momento el señor ya no hace viajes en la madrugada como acostumbraba.
Y desde ese momento el señor ya no hace viajes en la madrugada como acostumbraba.